domingo, 30 de agosto de 2009

¡QUE MONADA!


A mediados del siglo pasado, eran muy populares las películas que narraban las aventuras de Tarzán, el Hombre Mono, que era interpretado por el clavadista devenido en actor Johnny Weismuller.

Quizás más popular que las propias aventuras de Tarzán era un personaje que aparecía como compañera inseparable del Rey de la Selva. Chita (o Cheeta) era una mona (chimpancé, para más datos) que estaba siempre al lado de Tarzán y formaba parte importante de las andanzas del monarca selvático, aun cuando la mona no aparecía originalmente en la novela escrita por Edgar Rice Burroughs.

Muchos años han pasado desde que las salas de cine eran testigos de las aventuras de Tarzán. Sin embargo, Chita todavía vive, aunque hay quienes aseguran que todo es un mero montaje publicitario. Su nombre real es Jitts y es ¡macho! En abril celebró su cumpleaños número 77 y hasta las autoridades de Palm Springs, donde radica, han declarado el 9 de abril como el día de Chita. El Libro Guinness de los Récords Mundiales le ha otorgado el reconocimiento como El Chimpancé Más Longevo del Mundo.

La más reciente "monada" de Chita podría ser que su "autobiografía" "Yo, Chita. La Autobiografía" sea reconocida este próximo mes de octubre con el premio literario más importante del Reino Unido, el Man Booker Prize for Fiction, cuyo jurado ha seleccionado el libro junto con otros doce para competir por el galardón.

Por supuesto, la obra no fue escrita por Chita, sino por un escritor de quien hasta hace poco se supo su identidad: James Lever, quien devela en su libro una serie de chismes y anécdotas de Hollywood dignas del canal E! Enterteinment, pero todo abordado desde el punto de vista de Chita y narrado como si fuera el propio mono quien escribiera.

A ver qué pasa con la autobiografía de la mona. Aunque relamente no me sorprende. He conocido varios changos que se las dan de escritores.

Pepe M.

domingo, 23 de agosto de 2009

DEPRIMIDO POR IR DE COMPRAS CON LA NOVIA


Wu Cheng es un ciudadano chino de 28 años a quien le han diagnosticado una depresión clínica, derivada de haberse visto obligado a acompañar a su novia de compras.

Actualmente, Cheng se encuentra bajo atención psiquiátrica y dice que "no puede ver una sola tienda".

"Cada vez que ella trataba de arrastrarme a un centro comercial, mi corazón empezaba a palpitar con fuerza, no podía respirar bien e incluso, comenzaba a sentirme algo mareado", cuenta Cheng.

Según cuenta Wu Cheng, su novia está realmente obsesionada con las compras y en dos años que llevan de relación, habrán gastado unos 12 meses recorriendo tiendas.

Por su parte, la novia no parece tomarse muy en serio todo lo que le está ocurriendo al joven y aunque promete que tratará de dejar su obsesión por las compras, no parece muy convencida de poder conseguirlo pues dice que ya que se ponga mejor su noviecito, sólo irá de compras una vez por semana, excepto cuando haya rebajas.

No se ha aclarado si la depresión de Cheng proviene de la lana que se ha gastado, de la ansiedad por conseguir las mejores ofertas, de los osos que pasa viendo a la novia pelear con otras compradoras compulsivas por los descuentos o porque ya se visualizó cómo sería su vida si la relación llega a más.

Pobre Wu, que Cheng-a le tocó con esa novia.

Pepe M.