
Ese gato gordo, fodongo, arrastrado, cínico, perezoso y extremadamente sarcástico me parecía un personaje por demás atractivo y lejano de muchos clichés que sí presentaban otros personajes más políticamente correctos.
Aunque se ve bastante joven (maldición, el nuevo milenio le afectó a tal grado que hasta cirugías plásticas se hizo) este gato hoy cumple 31 años.
De acuerdo con su sitio oficial ( http://www.garfield.com/about/history.html ) la

Cada año, la tira cómica correspondiente a este día, presenta a Garfield celebrando su cumpleaños, regularmente tragándose un pastel...¿cómo más si no así?
Como pasa con muchos personajes que nacen con estrella, su popularidad lo ha llevado a incursionar en la televisión y recientemente en el cine, aunque con catastróficos resultados.
Con los años (¿será un síntoma de madurez o simple agotamiento de ideas de su creador?), Garfield se ha suavizado. Sus comentarios y referencias a lo cotidiano ya no llevan la carga de acidez que lo caracterizaban en años anteriores. Aunque sigue siendo flojo, ya no es el mismo perezoso de antes y su hasta su apetito ha disminuido con el tiempo. Bueno, ¡¡hasta ha bajado de peso!!
Garfield era uno de mis personajes favoritos cuando era adolescente. Hoy ya no. Ha cambiado.
Ya no me gusta el gatito chistosón, lindo y complaciente en que se ha convertido. Me gustaba más cuando era gordo, fodongo, arrastrado, cínico, perezoso y extremadamente sarcástico.
Ya no me veo en ese espejo.
Pepe M.