martes, 2 de septiembre de 2008

LA LUCRATIVA INDUSTRIA DE LA COMIDA CHATARRA


La carita sonriente de Sabritas (la carita feliz, diría el slogan) me acompañó durante mi infancia, tumbado en algún sillón o en el piso, viendo las inolvidables tardes de caricaturas que nos ofrecía el Tío Gamboín.

A los papás de esa época no les preocupaba que sus hijos comieran papitas, churritos, gansitos, pingüinos y demás fauna golosinesca, pues a fin de cuentas, los niños de entonces podíamos comer eso y más sin problema, pues la obesidad infantil se veía como un problema lejano o ajeno. Total, nomás las comíamos mientras veíamos la tele, que nomás era un rato en la tarde y luego quemábamos todas esas calorías y demás, corriendo y jugando libremente en las entonces seguras calles.

Hoy, el mundo moderno nos ha enseñado que todo aquello que con gusto nos reventábamos de chavillos, a los niños globalizados de hoy los conduce a padecer problemas de obesidad y otros derivados de una mala alimentación y una vida sedentaria, presa de la tele y las nuevas tecnologías.

Antes había siempre un niño, que era el gordito del salón. Hoy en las escuelas podemos ver que hay salones de gorditos. Sin duda, comer tanta comida chatarra le está cobrando factura a los niños de hoy, hijos del videojuego, del dvd y de los canales de caricaturas las 24 horas del día.

Cualquiera podría decir que una solución es prohibir la comida chatarra y desterrarla de la dieta de los chiquillos y las chiquillas posmodernos. Pero... una nota que apareció en el periódico El Universal, me ha dejado pensando.


De acuerdo con esta información, los niños mexicanos se gastan ¡¡¡¡¡VEINTE MIL MILLONES DE PESOS ANUALES EN COMIDA CHATARRA!!!!!! y eso tan sólo en las cooperativas escolares, sin contar las tienditas de la esquina ni los supermercados.

Veinte mil millones de pesos... Toda una industria de la comida chatarra... una cantidad de lana, que bien haría tambalear la economía de uno o varios estados del país, si de repente y en un arranque de conciencia, los padres de familia prohibiéramos de manera tajante la comida chatarra a nuestros niños y se eliminara de las cooperativas escolares.

VEINTE MIL MILLONES DE PESOS!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!! La cifra por sí sola, hace que me dé un escalofrío, porque mis neuronas no alcanzan a dimensionar la cantidad exacta que eso representa.

La obesidad infantil es un problema que ha ido creciendo. Una problemática que no podemos soslayar... pero VEINTEMIL MILLONES DE PESOS ANUALES es una cantidad que también mueve a la reflexión.

Yo no se tú, pero después de esto, esa carita feliz de las Sabritas ya no será tan fácil de apartar de mi mente.

Pepe M.

2 comentarios:

Anónimo dijo...

¡Hola! Es muy cierto, videojuegos y canales de caricaturas las 24 horas al día, los 365 días del año combinados con comida chatarra son una muy mala fórmula para los niños y los que no lo son tanto.
Por otra parte, nunca se me hubiera ocurrido que se invirtiera tal cantidad de dinero en frituras. Invertida en otra cosa,¿qué no haría?
¡Buena reflexión!
Lul:)

Anónimo dijo...

Ernest dice:
Ahora entiendo por qué hay tanto chamaco panzon!!! Qué pasará cuando cambien la comida chatarra, por cerveza? jajaja mantendrán la panza in creccendo!